martes, 24 de agosto de 2010

¿Denuncia o apología?

Recuerdo que en mis tiempos de instituto nos enseñaron a hacer un ejercicio que no pertenecía a ninguna asignatura en concreto pero que nos resultaba de extrema dificultad. Era el análisis de textos, es decir, leer e interpretar el mensaje de un texto en su contexto social e histórico. Con el tiempo fui descubriendo que la una de las dificultades de este ejercicio radicaba en la gran falta de práctica que teníamos en estas lides. Eso de entender el mensaje más o menos explícito y su significado en el contexto en que se produce, suele parecernos demasiado pesado. Esto me quedó claro cuando una amiga mia, no hace muchos años, me espetó que era cansino por mi parte que me dedicase a escuchar las letras de las canciones y hacer una crítica de sus significados. ¡Caray, no vas a estar pensando todo el tiempo, a todas horas!
Sin embargo, yo sigo con mi obstinada intención de analizar los mensajes, especialmente los que provienen de la cultura de masas, porque llegan a un número enorme de personas y tienen un peso cualitativo muy importante. Las canciones que tarareamos son uno de los formatos de esa cultura de masas, y que calan en el consciente e inconsciente colectivo como el agua que se va filtrando entre las rocas.
Pues bien, recientemente Rihanna y Eminem, perdón, Eminem y Rihanna, han sacado otra de esas pegadizas canciones, esta vez como forma de colaborar contra la violencia a las mujeres. Loable objetivo si no fuera porque el mensaje de la canción resulta, cuando menos, ambiguo.
No entraré en la cuestión de que Rihanna denunció a su pareja por malos tratos y que Eminem ha sido acusado en varias ocasiones por pegar a mujeres. Desconozco si los hechos fueron probados. No he investigado estos asuntos, aunque pueden resultar jugosos para hacer todo el análisis del texto a que me refiero, que es la canción "Love the way you lie" (Me gusta cómo mientes).
La cuestión es que el estribillo, cantado por Rihanna dice "me gusta como duele, me gusta cómo mientes" además de "me voy a quedar aqui y verme arder" porque parece que la historia termina cuando el hombre quema la casa con ella dentro. El rapero describe una relación tortuosa, producto de la unión de "un volcán con un tornado". Y hay más. Pero con esto tengo suficiente para plantear varias reflexiones:
La primera y más importante es: ¿esta canción está posicionada claramente en contra de la violencia a las mujeres o es más una descripción de hechos, o lo que es peor, apología de la violencia machista? No encuentro por ningún lado referencia a lo negativo de comportamientos violentos dentro de la pareja, especialmente de los hombres a las mujeres, por tratarse de relaciones de poder desequilibradas. Eso me hace recordar, por contraste, la famosa canción de Bebe "Malo" que decía: "Malo, malo, malo eres, no se daña a quien se quiere. Tonto, tonto, tonto eres, no te pienses mejor que las mujeres". Mensaje corto, claro, explícito y posicionado. La diferencia es clara.
En segundo lugar, si sólo se trata de una mera descripción de una situación, posibilidad que rechazo porque toda descripción implica un posicionamiento, pero supongamos que describe hechos que se producen en relaciones de pareja. He de decir que estoy perpleja ante las aseveraciones "me gusta cómo duele" y "me gusta cómo mientes". En los años que llevo estudiando la violencia machista, no he encontrado ni una sola vez decir a una mujer maltratada que le gustase el maltrato y la mentira. Se da el caso del miedo, de la baja autoestima, incluso la coartada del amor a pesar del maltrato, lo que se ha venido a denominar en psicología "dependencia emocional". Pero ¿que te guste que te peguen?¿que disfrutes cuando te mienten? No lo he encontrado nunca entre los discursos ni los análisis sobre violencia a las mujeres.
Entonces, ¿de qué va esta canción? ¿Denuncia, descripción o apología de la violencia? Cada cual que saque sus conclusiones pero, por mi parte, cuantas más vueltas le doy, más me confirmo en la hipótesis de la apología, por encima claramente de la denuncia de la violencia machista. Por mucho que colaboren económicamente en proyectos de mujeres maltratadas y casas de acogida, el mensaje no es coherente con la causa, incluso contraproducente.