domingo, 24 de noviembre de 2013

La violencia de género es cosa de hombres

El enfoque está cambiando. Estamos avanzando, si queremos decirlo en esos términos. La mirada en las cuestiones de violencia de género, empieza a girar desde la (hiper)visibilización, incluso cuestionamiento de las mujeres maltratadas, hacia los hombres y la construcción de una masculinidad hegemónica. Un modelo que legitima la agresividad, el control de las mujeres y la violencia contra ellas. Una masculinidad que se construye precisamente desde esas actitudes, y que hasta ahora ha sido sostenida por la complicidad de otros hombres. Algunos, porque estaban de acuerdo. Otros, no comulgando con ella, han callado por vergüenza o temor a ser cuestionados en su hombría. La solidaridad masculina ha conformado el blindaje de las actitudes violentas de los hombres hacia las mujeres. El silencio de algunos, ha dejado hueco para las actitudes supremacistas masculinas de otros. 
Por eso, este año me quedo con este spot contra la violencia de género, donde hombres diversos dan la cara contra la violencia y las actitudes machistas. Un niño dice al final: "Yo estoy en contra de los machirulos. ¿Y tú?". Pues eso, a ver qué dicen los tíos porque la piedra está en su tejado. 





Ahondando más en estas ideas que he mencionado, presento más abajo una magnífica charla de Jackson Katz donde defiende que la violencia contra las mujeres es predominantemente una cuestión de hombres, a pesar de que la palabra "género" haya resonado en las mentes de los varones como "cosas de mujeres", y de paso, una razón para desvincularse del asunto. Hace llamado a que las cuestiones de género, dejen de identificarse como algo ajeno a los hombres.
Por otro lado, el autor analiza cómo este distanciamiento de las cuestiones de género se debe al fenómeno de la desidentificación de los grupos dominantes con rasgos específicos. En este caso, "género" suele querer decir "mujeres", al mismo tiempo que "raza" es para muchas personas "negra", "gitana" o "chicano", pero no habitualmente "blanco". Por tanto, en este cambio, se está produciendo un giro epistemológico de primer orden, esto es, que el grupo dominante se pone en primer plano del cuestionamiento, ya no se libra de ser examinado. Ya no es sólo "Lo Otro" que entra a la arena del análisis.
En esta línea, muestra como en los discursos acerca de la violencia contra las mujeres, el perpetrador tiende a desaparecer, para poner en primer plano a la mujer víctima. ¿Nos suena esto de "una mujer ha sido asesinada"? En voz pasiva ¿Dónde está el asesino en esa frase?.
A partir de ahí, la pregunta sería ¿Qué pasa con los hombres? ¿Qué hay en la construcción hegemónica de la masculinidad que alimenta la violencia contra las mujeres? ¿Cómo están colaborando las instituciones sociales en el impulso de estas actitudes violentas de los hombres?
Afortunadamente, algunos hombres empiezan a hacer uso de su posición de privilegio de género para hacer una defensa de ideas feministas, para hacer un llamado a los hombres a que rompan la complicidad con actitudes sexistas, no sólo por tratarse de cuestiones de hombres, sino también ( y aquí viene otra novedad) porque es una cuestión de calidad en el liderazgo.
No se pierdan la charla. Un cuarto de hora lleno de fantásticas ideas para reflexionar. Un nuevo enfoque y mucha tarea por hacer. No se puede quedar todo en un sólo día. Trabajemos todos los días, todos los sexos y géneros contra la violencia de género.