martes, 26 de enero de 2010

Volver a la cárcel

Estas semanas estoy gestionando la información del trabajo de campo que realicé en la cárcel de Nanclares de Oca (Álava) durante 2008.
Ya he curado las heridas producidas por mi larga estancia en prisión. Me he dado tiempo, incluso, a echar de menos entrar en una cárcel, teniendo en cuenta que es el primer año entero que no pongo un pie en alguna de ellas desde que en 1997 me estrené.

Vuelvo a ellas a través de mis notas y las grabaciones. Vuelvo a tomar café con ellas, a respirar ese aire cargado de olor a cárcel y humo de tabaco, y vuelvo a sentir el frío de las rejas, el incesante sonido de la sirena, de las incomprensibles llamadas de las funcionarias, de los gritos de las presas. Percibo a lo lejos la zozobra diaria al entrar, como tirarse a una piscina en cada ocasión, con el cuerpo temblando con el “qué pasará hoy”.

Quiero estar en el lugar que se ha convertido en mi palpitar, allá con las pobres y desposeídas de nuestra sociedad. Quiero que ellas sigan siendo el alma y aliento de esta tesis doctoral, aunque duela entrar en esas grabaciones llenas de dolor y lágrimas.

jueves, 14 de enero de 2010

Cuando la inspiración no llega


El trabajo intelectual es tremendamente arduo en ocasiones. Especialmente cuando se trata de escribir.
Una puede pasar horas delante del ordenador, vagando por el ciberespacio, como paseando en busca de una buena idea que case con otra, deseando encontrar las palabras que expresen mejor un argumento.
Otras veces, símplemente eres abducida por una tremenda pesadez y sensación de vagancia. Yendo y viniendo. Unas veces lo intento, otras me dejo llevar...Estoy en esta segunda opción. No sé si será el desapacible tiempo o que no siento una gran presión de tiempo por terminar (el subconsciente trabaja mientras una se dice "venga, cuanto antes mejor"). Estoy en esos momentos en que me apetece leer cualquier otra cosa que no tenga que ver con la tarea, trabajar en otro tema, informarme de las noticias del mundo...todo parece más gozoso que escribir el dichoso artículo.
Recuerdo las horas que me pasé leyendo novelas en la época que estaba estudiando para la selectividad. Devoraba los libros con una extraña sensación de estar haciendo algo prohibido. No leía en mis ratos libres, pero sí en los que estaba ocupada.
Ahora, resuelvo otras cosas intentando consolarme y no creer que esta sentada desde las 10 de la mañana pegada al dichoso ordenador ha sido en vano.
Al menos, he escrito un post...

lunes, 11 de enero de 2010

APOLOGÍA DE LA VIOLENCIA A LAS MUJERES

Me piden que hable del Obispo de Granada y sus declaraciones justificando la violencia contra las mujeres.El arzobispo de Granada: "Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella"-El Correo de Andalucía
Me cuesta hacerlo porque un día me prometí a mí misma que no gastaría mi tiempo y energías en aquellos que habitualmente tienen el poder y la palabra para abusar estructual y/o simbólicamente de las mujeres. No quiero que nos marquen la agenda ni quiero dar "bombo y platillo" a esta gente. Mucho menos, pienso entrar a contraargumentar una ideas que no se sostienen y que avergüenzan a cualquiera que use la cabeza para algo más que para hacerse moño.
Sin embargo, quiero hablar de un grupo en Facebook pidiendo "Que la justicia actúe contra el Arzobispo de Granada"

http://www.facebook.com/group.php?gid=268613790820

da pie a dos reflexiones interesantes. La primera de ellas es que internet se está convirtiendo en un instrumento de primer orden para que la gente exprese sus opiniones y emprendan campañas de un gran impacto social. No en vano este grupo debe de haber aumentado en 1.500 personas el día de hoy (yo soy una de ellas) y ya van por más de 21.600. La sociedad está respondiendo a estos abusos de poder con asombro e indignación y lo están manifestando públicamente.
No cabe duda de los riesgos de la expansión de las redes sociales, de que cada vez más participamos de un Gran Hermano que sabe hasta los calcetines que usamos. Pero el gran potencial democratizador tampoco está en duda. Y en este caso, la opinión pública se está comiendo a los señores de sotana misóginos y fundamentalistas con patatas.
El segundo elemento es que se está pidiendo que la justicia actúe. No es baladí, cuando se está justificando e incitando a la violencia contra las mujeres. Llamarnos asesinas por abortar es un abuso pero de ahí a decir que ello justifica que nos peguen puede ser delito y miles de personas piden que se actúe de oficio. Estamos hablando de algo tan serio como la integridad de la mitad de la población y muchas personas decimos que no se le puede permitir a la jerarquía de la iglesia que diga cualquier cosa ¡Basta de impunidad!

lunes, 4 de enero de 2010

Motín en la cárcel

La "Celda 211" está haciendo furor en la taquilla. Y no es para menos porque tiene todos los ingredientes para pasar una sesión de cine de esas de palomitas y boca abierta. Una historia con tensión desde el principio a fin, una trama que crece en intensidad, una buenas dosis de violencia, de ganar los buenos (que antes eran los malos, pero que sólo ganan un rato, claro) y un par de héroes. El reparto hace un buen trabajo, especialmente Luis Tosar.
Quien espere ver un documento-denuncia sobre la situación de las cárceles y los presos fies, ya se puede ir despidiendo. Sólo que el contexto da para mucho. Y poco que se explota el ámbito carcelario para lo que puede dar de sí, símplemente con recreaciones de historias reales.
Yo me quedo con el mensaje de que todos y todas pueden perder cuando la sinrazón se desata, sobre todo quienes tienen "las de perder", por supuesto. Y con que puede cambiar mucho tu versión de los hechos cuando pasas al otro lado. La imágen del carcelero viéndose en la vida-muerte de aquel que habitó aquella celda me resulta el punto nuclear del asunto.
Me gusta la ambientación de la cárcel. No es una de esas macrocárceles limpitas y bien maqueadas, sino de esas como la mayoría: destartaladas, con ronchones de humedad y pintura desconchada.
Hay un jocoso gazapo. Tener varios días encerrados a un grupo de toxicómanos no es verosimil sin que nadie se pregunte quién va traer el bote de metadona. Que me disculpen mis colegas del talego por la broma pero no me negarán que lo primero que se negociaría en un motín sería la cobertura médica de una parte de los presos encerrados.

sábado, 2 de enero de 2010

Millenium 2 (1ª Parte)


La saga Millenium no para de salir de las librerías, hay lista de espera en las bibliotecas públicas y las conversaciones giran en torno a la historia de nuestra heroína Lisbeth Salander.
Muchos aspectos se pueden comentar sobre las obras de Larsson. Por mi parte, recien acabado el segundo tomo una pregunta asalta mi cabeza ¿una mujer habría escrito una historia semejante?No he podido reposar bien las sensaciones e ideas surgidas al cerrar el libro por su última página y despedir una historia que de nuevo te atrapa de principio a fin. Pero una grieta se abre en mi cabeza ¿cómo maneja el autor el tema de la violencia, tanto personal como estructural a las mujeres? La perspectiva de género es indudable y es novedoso el punto de vista de las mujeres, frágiles y fuertes al mismo tiempo, víctimas pero no inocentes. Sin embargo, este segundo libro me desconcierta aún más que el primero en el aspecto de la venganza y el uso de la violencia. Pero quizás lo menos evidente y lo que marque la diferencia de género de un autor varón es la capacidad de sacar a la la luz lo más miserable de la condición humana. Tengo la impresión que no pocas mujeres han estado familliarizadas de manera cotidiana con la violencia y los malos tratos de hombres insensibles que "no aman" o más bien odian a las mujeres. Pero, misteriosamente o por puede que razones culturales, toda esa violencia no ha salido a la luz publica en toda su dimensión. Lo que me impacta es esa familiaridad, ese mirar a la cara a una realidad tan cruda y decarnada. No lo juzgo. Lo que me sale a botepronto, y aún con las imágenes frescas en la cabeza, es la pregunta de si una mujer habría podido afrontar, sacar a la superficie, desatar, desentrañar y vivir como autora de una historia con una violencia tan profunda, que desgraciadamente no es extraña ni en Suecia ni en ninguna parte del mundo, que aquí señoras y señores no se libra nadie.