jueves, 13 de noviembre de 2014

Informe FOESSA-Euskadi. Lo que dice y lo que no dice

Recientemente ha sido presentado el VII Informe Foessa sobre exclusión social y desarrollo social en el estado español. Por primera vez se ha realizado un informe específico para describir la situación en el País Vasco, que ha generado interesantes titulares acerca de la realidad en que nos encontramos. Sin embargo, como describiré a continuación, existen importantes carencias en cuanto a la visibilización de las mujeres y las dinámicas de género en la descripción de la exclusión social.

En Euskadi existe exclusión social

A pesar de que tendemos a escudarnos tras el mantra de que la situación aquí es mejor que en el resto del Estado, una de cada 6 personas vive en situación de exclusión social, es decir, un 16% de la población de la Comunidad Autónoma Vasca no cuenta con unos mínimos materiales y sociales para vivir una vida digna. La tentación de la autocomplacencia no debería hacernos olvidar que se trata de 360.000 personas afectadas por la exclusión social. Un 31% de ellas, es decir, 113.000 se encuentran en exclusión severa.
Como bien sabemos, estar incluida o excluida no sólo tiene que ver con contar con dinero para llegar a fin de mes. Para poder abarcar más cuestiones que la puramente material, el informe ha introducido una novedad metodológica: el ISES, Índice Sintético de Exclusión Social formado a partir de 35 indicadores que tienen en cuenta tanto la dimensión económica, como la dimensión de la participación política y acceso a derechos sociales (vivienda, educación, salud), como también lo que respecta a la dimensión relacional (fijándose en relaciones conflictivas y en el aislamiento social). 
En el caso de la CAV, esta exclusión no se debe tanto a carencias económicas, como a carencias importantes en el acceso a los derechos políticos y sociales, derivados de carencias en vivienda, y al aspecto relacional. A pesar de que este última dimensión es la de menos peso, se observa  que a este respecto la exclusión es más grave en nuestro entorno que en el resto del Estado, ya que se han encontrado mayores problemas de aislamiento y conflictividad social. Si bien es cierto que la red social es intensa y plural, y consigue amortiguar en gran medida los efectos de la crisis, no podemos olvidar que 3 de cada 10 personas (más de 150.000) en la CAV no tiene ayuda de la red social.
Además, un amplio número de personas vive en situación de precariedad. Dado que hoy en día no puede establecerse una línea divisoria clara entre exclusión e inclusión, es necesario tener en cuenta a quienes están en posiciones de vulnerabilidad. Para ello, el informe establece 4 categorías de personas y hogares: en integración plena (categoría en claro descenso), en integración precaria, en exclusión moderada y en exclusión extrema. Pues bien, la proporción de personas en precariedad es cerca de la mitad de la población en la CAV (45,3%), superando a las personas en integración plena (38,1%). Cada vez somos más quienes estamos en la cuerda floja.

La pobreza y la exclusión social no son cosa de la crisis

2 de cada 3 personas en exclusión social lo eran antes de la crisis. O sea, que antes del estallido de la burbuja financiera internacional y del consiguiente desinfle de la burbuja inmobiliaria por estos lares, ya había gente que se quedaba fuera del sistema. Así pues, el relato de la crisis que hoy en día todo lo abarca, todo lo impregna y todo lo explica, que lo mismo nos sirve para justificar recortes y despidos que separaciones de pareja, resulta que eso que hemos llamado crisis y que algunos sectores llaman estafa, no explica dos terceras partes de la exclusión social que tenemos en nuestro entorno. Quizás sea momento de revisar nuestras premisas y los conceptos sobre los que basamos nuestros análisis. 
No obstante, no debemos olvidar los efectos de la crisis y de los recortes en derechos sociales, laborales y de protección social que se han producido a partir de 2008, ya que los procesos de exclusión social se han agravado desde entonces, intensificándose las situaciones de carencia material severa. Además, la fractura social se ensancha. La exclusión social no afecta a todos los colectivos por igual. Se constata un freno en la entrada al mercado laboral sobre todo de las mujeres, los hombres jóvenes y los mayores de 55 años. 
En cualquier caso, hasta aquí no he dicho mucho más de lo que ya se ha venido resaltando en diversos titulares, presentaciones y notas de prensa. Vayamos a por un aspecto que no se ha destacado:

¿Dónde y cómo están las mujeres?

Lo que no dice el mencionado informe es dónde están las mujeres y sobre todo cómo están esas mujeres en las diferentes dimensiones (económica, política y social, y relacional), con especial atención a qué ocurre dentro de los hogares, cómo se distribuyen los cuidados y cómo se genera bienestar social más allá de unas políticas sociales cada vez más debilitadas. Para ello habría que aplicar la perspectiva de género y esa es una carencia importante del Informe Foessa. Analicemos algunos aspectos:

-No desglosa los datos por sexo, salvo puntuales excepciones. Por poner un ejemplo concreto, no sabemos cuántas mujeres en exclusión social hay entre esas 360.000 personas afectadas en la CAV. 

-Es posible detectar la presencia de las mujeres en la distinción que acertadamente hace el informe entre hogares y personas, y en el análisis acerca de las personas sustentadoras principales del hogar, dejando lugar a la visibilidad de las mujeres sostenedoras (el informe menciona que 36% de los hogares tiene a las mujeres como sostenedoras únicas). Sin embargo, sigue hablando de hogares para describir las situaciones de pobreza y exclusión social. Bajo el paraguas del término "hogar" se engloban situaciones de convivencia muy plurales donde no queda clara la forma de distribución tanto de los ingresos como de los roles y el poder. Este es uno de los grandes escollos de los informes económicos basados en el hogar.  

-En el acto de presentación del informe se señalaron cuatro variables que influyen directamente en el impacto de la exclusión social: el sexo, la edad, la etnia y la procedencia geográfica. Constataron en primer lugar, una reducción de las diferencias por sexo. Segundo, una multiplicación de las diferencias por edad. Tercero, una intensificación de la exclusión de la población gitana. Y cuarto, un retroceso de la integración social de las personas inmigrantes. Sin embargo, estos datos no se reflejan en el informe, y menos aún se tiene en cuenta que las mencionadas variables están interrelacionadas, para poder tener en cuenta a las mujeres mayores y jóvenes, a las mujeres gitanas y sus circunstancias particulares respecto a la pobreza y exclusión social, y a las mujeres extranjeras y cómo la crisis les está afectando.

-A pesar de la gran aportación en lo que respecta a las diferentes dimensiones de exclusión social, que en la parte relacional incluyen situaciones de malos tratos, hay que destacar que los trabajos de cuidados son los grandes ausentes y sin embargo, en la práctica estos cuidados son generadores de riqueza y son quienes proporcionan cierto bienestar en este contexto de creciente desprotección social y de tendencia a privatización de los servicios sociales más esenciales. 

-Finalmente, un apunte relativo al metamensaje o al mensaje que se envía en la propia presentación de las cifras. El informe Foessa ha sido realizado por 91 investigadores, donde hay un número importante de investigadoras mujeres. Y sin embargo, los portavoces del informe son hombres en su inmensa mayoría. 

El informe FOESSA es una de las publicaciones más importantes en lo que respecta al análisis de las desigualdades y la exclusión social, tanto por su amplitud de muestra (con capacidad suficiente para comparar entre comunidades autónomas), como por la profundidad del análisis, derivado de la precisión en la concepción de la exclusión social, que supera las limitaciones de una noción de pobreza que sólo aporta información relativa a lo económico. Cuatro años de trabajo donde se han analizado fuentes oficiales (INE, CIS...), donde se han generado datos a través de una encuesta. Todo un trabajo digno de valorar. Contiene grandes fortalezas y una gran calidad en muchos de los aspectos teóricos y metodológicos del abordaje de la exclusión social. Sin embargo, como digo, necesita de una apuesta clara por una perspectiva de género transversal, que incluya las aportaciones feministas en este campo. 

Sugerencias para la mejora de futuros informes

Aspectos concretos de mejora:

 a) Desglosar indicadores por sexo de manera sistemática en todas las dimensiones

b) Para las dimensiones ya contempladas, introducir nuevos indicadores que reflejen las desigualdades de género. Por ejemplo, medir la autonomía económica dentro de los hogares y los ingresos a escala individual. También combinar diversas variables con el sexo de manera que se pueda comprender la situación de diferentes tipos de mujeres y su posición tanto en la economía de mercado como en la economía doméstica. 

c) Desarrollar nuevas dimensiones con nuevos indicadores que den cuenta de las diferentes posiciones en el ámbito doméstico y en el trabajo (imprescindible pero no remunerado) de los cuidados. 

Las teorías feministas han hecho diversas aportaciones, donde es imprescindible citar a las economistas como Amaia Pérez Orozco que están incidiendo en la necesidad de reformular la economía de manera que la vida y los cuidados estén en el centro. De manera práctica, Mª Ángeles Durán ha sido precursora de las cuentas satélite del PIB con el objetivo de cuantificar el coste de esos tiempos y trabajos invisibilizados que mayoritariamente desarrollan las mujeres. Para analizar la exclusión social, la asociación Surt propuso toda una batería de indicadores cuantitativos y cualitativos encaminados a hacer una aproximación de género al fenómeno, tal y como se sugiere aquí. Finalmente, el artículo sobre las mujeres encarceladas y sus perfiles socioeconómicos es un ejemplo de cómo aplicar esta perspectiva de género al análisis de colectivos en exclusión.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Pelo Malo (2013) Concha de Oro en el Festival de San Sebastián

La Película "Pelo Malo" (Venezuela, 2013) Ganó este año la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián. Ambientada en Caracas, durante los últimos días de la vida de Chávez, cuenta la historia de un niño que quiere hacerse la foto para el colegio con el pelo liso y vestido de cantante, pero su madre no le apoya en eso, es más, está preocupada y culpable porque su hijo hace cosas "raras".

El pelo ("malo" por rizado) se convierte en "campo de batalla", en lugar donde se juega la identidad de un niño de barriada marginal que parece querer proyectarse más allá de las rigideces de su contexto. Así, a lo largo de la película se traban e interseccionan ejes de género (estructural e identitario), clase social y raza, especialmente en la relación entre la madre y el niño.

Personalmente, la película me ha conmovido. He sentido ternura, pero sobre todo rabia y tristeza. No me ha gustado el cierre  (que evidentemente no voy a desvelar), pero aún así me parece una película más que recomendable. Pocas veces llegan a nuestros cines estas propuestas tan jugosas. La pena es que queden relegadas a salas de cine independiente. De momento, en Bilbao la tenemos en los Multis. Ojalá tengan la opción de verla en otras ciudades y la podamos comentar.



domingo, 15 de diciembre de 2013

Talento joven y sin miedo

La juventud es uno de los colectivos objeto de numerosos estereotipos. Los medios de comunicación con sus noticias acerca de botellones, uso de droga entre adolescentes o menores violentos, alimentan una imagen negativa de una realidad que es muy plural y que posee un gran potencial creativo, propositivo, incluso artístico.
El programa Beldur Barik (en euskera Sin Miedo), impulsado por la agencia de igualdad de la red de municipios vascos-Eudel y por el Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde, es un perfecto escaparate donde apreciar las capacidades de las personas jóvenes, en este caso, a la hora de generar mensajes contra la violencia a las mujeres y en favor de un mundo libre, sin miedos. 
Este año, en la tercera edición del concurso de cortos por la igualdad de género, se han presentado más de 150 trabajos, donde se trataba una gran variedad de temas. Desde los referidos explícitamente a la violencia en pareja, donde se va incluyendo la presencia del control masculino de la forma de vestir de las chicas, y el móvil como medio por excelencia de ese control; pasando por la denuncia de los numerosos roles y estereotipos de género que limitan las vidas tanto de hombres como de mujeres, ya sea en el ámbito doméstico, como laboral; hasta nuevos y refrescantes temas, algunos de ellos premiados, precisamente por poner sobre la mesa nuevas temáticas o nuevos enfoques al tratar las cuestiones de la igualdad de género. 
Sin embargo, desgraciadamente, como suele pasar en los concursos, muchos trabajos quedan fuera, sin el reconocimiento que merecen por eso de que hay que jerarquizar y escoger. Pero justo es dar difusión a composiciones como la que traigo en esta ocasión aquí. Un videoclip donde se pueden ver diferentes rostros de mujeres, en diferentes situaciones vitales y de variados estratos socioculturales. Mujeres que padecen violencia de género, pero que se levantan, y danzan el baile de su propia vida. Se ponen de pie y muestran su "aquí estoy", rompiendo la imagen de víctima que demasiado a menudo se asocia con las mujeres que sufren violencia machista. 
En última instancia, es la belleza de la música, de una voz que canta emocionada a aquellas que ya no están. Es la fuerza de la política del reconocimiento. Es la delicadeza de una danza lo que me hace disfrutar de este clip.
Tanto talento no debería pasar desapercibido, tras la entrega de los premios. Esta oportunidad para sumarnos a la ola de creatividad y energía joven sería un desperdicio.


domingo, 24 de noviembre de 2013

La violencia de género es cosa de hombres

El enfoque está cambiando. Estamos avanzando, si queremos decirlo en esos términos. La mirada en las cuestiones de violencia de género, empieza a girar desde la (hiper)visibilización, incluso cuestionamiento de las mujeres maltratadas, hacia los hombres y la construcción de una masculinidad hegemónica. Un modelo que legitima la agresividad, el control de las mujeres y la violencia contra ellas. Una masculinidad que se construye precisamente desde esas actitudes, y que hasta ahora ha sido sostenida por la complicidad de otros hombres. Algunos, porque estaban de acuerdo. Otros, no comulgando con ella, han callado por vergüenza o temor a ser cuestionados en su hombría. La solidaridad masculina ha conformado el blindaje de las actitudes violentas de los hombres hacia las mujeres. El silencio de algunos, ha dejado hueco para las actitudes supremacistas masculinas de otros. 
Por eso, este año me quedo con este spot contra la violencia de género, donde hombres diversos dan la cara contra la violencia y las actitudes machistas. Un niño dice al final: "Yo estoy en contra de los machirulos. ¿Y tú?". Pues eso, a ver qué dicen los tíos porque la piedra está en su tejado. 





Ahondando más en estas ideas que he mencionado, presento más abajo una magnífica charla de Jackson Katz donde defiende que la violencia contra las mujeres es predominantemente una cuestión de hombres, a pesar de que la palabra "género" haya resonado en las mentes de los varones como "cosas de mujeres", y de paso, una razón para desvincularse del asunto. Hace llamado a que las cuestiones de género, dejen de identificarse como algo ajeno a los hombres.
Por otro lado, el autor analiza cómo este distanciamiento de las cuestiones de género se debe al fenómeno de la desidentificación de los grupos dominantes con rasgos específicos. En este caso, "género" suele querer decir "mujeres", al mismo tiempo que "raza" es para muchas personas "negra", "gitana" o "chicano", pero no habitualmente "blanco". Por tanto, en este cambio, se está produciendo un giro epistemológico de primer orden, esto es, que el grupo dominante se pone en primer plano del cuestionamiento, ya no se libra de ser examinado. Ya no es sólo "Lo Otro" que entra a la arena del análisis.
En esta línea, muestra como en los discursos acerca de la violencia contra las mujeres, el perpetrador tiende a desaparecer, para poner en primer plano a la mujer víctima. ¿Nos suena esto de "una mujer ha sido asesinada"? En voz pasiva ¿Dónde está el asesino en esa frase?.
A partir de ahí, la pregunta sería ¿Qué pasa con los hombres? ¿Qué hay en la construcción hegemónica de la masculinidad que alimenta la violencia contra las mujeres? ¿Cómo están colaborando las instituciones sociales en el impulso de estas actitudes violentas de los hombres?
Afortunadamente, algunos hombres empiezan a hacer uso de su posición de privilegio de género para hacer una defensa de ideas feministas, para hacer un llamado a los hombres a que rompan la complicidad con actitudes sexistas, no sólo por tratarse de cuestiones de hombres, sino también ( y aquí viene otra novedad) porque es una cuestión de calidad en el liderazgo.
No se pierdan la charla. Un cuarto de hora lleno de fantásticas ideas para reflexionar. Un nuevo enfoque y mucha tarea por hacer. No se puede quedar todo en un sólo día. Trabajemos todos los días, todos los sexos y géneros contra la violencia de género.

viernes, 4 de enero de 2013

Nuestra venganza, ser felices

Fue un 8 de marzo. Las militantes de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia lanzaban al aire trozos de papel con frases y lemas tales como "Manolo, la cena te la haces solo", "Ante la duda, tú la viuda" o "El príncipe azul no existe, el macho maltratador sí". A mi me llamaron la atención esas ideas emancipatorias que volaban al aire para después caer al suelo mojado de la noble villa así que iba recogiendo entre las piernas de la gente los papelitos para llevármelos conmigo. Durante estos años, esas frases me han acompañado pegadas a una corchera, con manchas de pisadas y todo. Cantaban dentro de mi y me hacían sentir el poder de la "manada".

Una de esas frases decía: "Nuestra venganza, ser felices". Me llamó la atención, me hizo pensar detenidamente su significado profundo. Me hizo darme cuenta del calado ético de la propuesta feminista, que no se trataba de jugar en los términos de guerra que marca el imaginario patriarcal, por el cual el objetivo es la destrucción de la otra parte, y de no ser así, al menos su mayor infelicidad posible. Al contrario, esa lógica se rompe cuando el centro se vuelve hacia una misma y el objetivo no es la destrucción sino el bien.

Pero más allá de lo dicho hasta ahora, hoy, a comienzos del año 2013 y tras dejar atrás un "anno horribilis" para nuestra sociedad vasca, la española y europea en lo económico y social, quiero destacar el significado de esa frase que se me quedó grabada por cuanto pone el acento en la resistencia emocional. Ser felices, o mantener una actitud positiva combativa, esperanzada, individualmente al tiempo que colectivamente, es una de las recetas para afrontar el panorama de cutrerío generalizado, no sólo en lo referente a lo económico sino también en lo emocional. Enfrentarse día a día a las noticias negativas que hablan de índices económicos que no sabemos muy bien interpretar, de economistas neoliberales que echan la culpa a la ciudadanía por los excesos, de analistas que aciertan en el análisis y nos dicen que en esta nos han metido quienes manejan los hilos de un sistema capitalista especulativo con la complicidad de la clase política mientras nos culpan a nosotras y nos hacen pagan los platos rotos. Deshaucios, bancos de alimentos desbordados de trabajo, suicidios y cómo no, una violencia contra las mujeres que no cesa. 

En este panorama gris y plomizo, darle color a la vida es un acto titánico, una transgresión, nuestra salvación, y también nuestra pequeña venganza, para qué negarlo. Valorar las luchas diarias de la gente por mantener la dignidad propia y ajena, aplaudir las luchas colectivas y los procesos amables y humanizantes que se cultivan por el camino, poner un altavoz a la ternura, la amistad y las risas, es nuestra forma, mi forma de desistir emocionalmente al tsunami de tristeza y desesperanza.

No soy de las que piensa que la esperanza es el señuelo de los poderosos para mantener sometidos a los grupos subalternos. Al contrario, soy de las que piensa que la esperanza, la tozudez y por supuesto, la lucha colectiva en diferentes ámbitos y para diferentes dimensiones, es y será nuestra salvación. Yo tengo esperanza en que este año hagamos dimitir a Rajoy. No es un brindis al sol, es una posibilidad que se puede lograr porque es muy factible que el sr. Mariano siga ahogándonos apretándonos el cinturón (al cuello), al tiempo que es factible que la presión de las masas enfurecidas le haga tomar una decisión, antes de que su tez que se está tornando blanca amarillenta, acabe siendo verde-moho. Y mucho de ello depende de todas y cada una de nosotras ( y nosotros). Si fue posible el estallido inesperado del 15M, será posible otro estallido enrrabietado cualquier otro día del año 2013.

Mientras tanto, resistiremos en casa y en la calle, económica y socialmente, racionalmente y emocionalmente. Resistiremos y reiremos. Resistiremos riendo. Resistiremos y sonreiremos. Resistiremos sonriendo. Resistiremos y saldremos a la calle. Resistiremos saliendo a la calle. Resistiremos y haremos el amor. Resistiremos a través de la ternura. Resistiremos y bailaremos.

¡Buen año 2013 para la buena gente!

miércoles, 6 de junio de 2012

Estudios Feministas en Europa

Recientemente se ha celebrado en Budapest el 8º Congreso Europeo de Estudios Feministas, organizado por ATGender, la asociación europea para los estudios, la educación y documentación de género. Entre los días 17 y 20 de Mayo nos reunimos en la capital de Hungría más de 500 personas (en su inmensa mayoría mujeres) feministas de toda Europa para establecer redes de trabajo e intercambiar líneas de estudio de género, haciéndo de este congreso el encuento feminista más grande habido en Budapest en más de 60 años, desde el congreso de la Alianza de las Sufragistas en 1913 y el congreso internacional de la federación democrática de mujeres en 1948. En el comité asesor del congreso se encontraban figuras tan relevantes como Rosi Braidotti (Univ. Utrech), Mary Evans (Univ. Kent) o la periodista Susan Faludi. Sin embargo, como suele ser habitual para este tipo de eventos, el encuentro ha pasado sin pena ni gloria en los medios de comunicación. Aprovechando que fui una de las participantes, quiero aquí hacer una mención.

El contexto
El objetivo del congreso era aportar herramientas teóricas y políticas feministas desde la academia a las cuestiones europeas (y mundiales) del momento, tales como las políticas racistas y los discursos etnocéntricos, los recortes en servicios sociales y educación, los discursos conservadores de género y un creciente clima hostil al feminismo, lo queer y otros movimientos sociales progresistas.

Los temas principales
Las académicas están preocupadas por la deriva conservadora de Europa, pero también miran hacia los procesos que están emprendiendo mujeres en otras partes del mundo. Se nota el trabajo hecho por los feminismos poscoloniales y las teorías de la subalternidad a una Europa que ha menudo ha adolecido de estar pagada de sí misma. Así, los temas de las ponencias principales giraron en torno a una lectura feminista de la llamada "Primavera Árabe" (Nadje Al-Ali. Universidad de Londres), la influencia de la tecnología en los cambios de roles en las sociedades de África del Norte (Fatima Sidiqui-Universidad de Fez, Marruecos), o el creciente discurso de la derecha en el viejo continente (Andrea Petö, Central European University, Budapest). 
El lugar en que se celebra un evento de estas características suele tener sus connotaciones y se nota en algunas propuestas del programa. Siendo Hungría un país que ex-soviético, no podía faltar una referencia al feminismo en los países del Este, a pesar de que se insistió en que no se puede homogeneizar la visión acerca de los países que estuvieron bajo el "telón de acero". La reflexión de Hana Havelková (Universidad de Praga) acerca de las relaciones de género en la República Checa, ponía sobre la mesa la diversidad de feminismos, al tiempo que planteaba la necesidad de utilizar herramientas teóricas y metodológicas que den cuenta de los diferentes contextos sociales en que éstos se gestan y desarrollan.

Las áreas de discusión
Hubo comunicaciones y paneles de corte más teórico sobre cuestiones relativas a la interdisciplinariedad, un rasgo muy característico de los estudios feministas; la interseccionalidad, teorías que tratan de captar la complejidad de experiencias cuando se tienen en cuenta variables no sólo de género sino también de raza/etnia, clase social u otras; o las cada vez más difusas fronteras entre lo "natural" y lo "humano", cuestiones todas ellas de importantes repercusiones prácticas. No faltaron temas que se han convertido en tradicionales como la violencia, las migraciones o el debate actualizado sobre la igualdad y la diferencia; cuestiones que ya van formando parte de la agenda feminista como la relación entre el activismo, las políticas y la teoría, las diversidades sexuales y los movimientos LGTB, o los lenguajes artísticos como forma de expresión. Lo que me pareció especialmente novedoso fue la presencia de las espiritualidades y la religión en los estudios feministas, frecuentemente poniendo el foco en las religiones de las mujeres migradas y las cuestiones que se suscitan a partir de estos fenómenos como la multiculturalidad, la islamofobia o el velo. Es una pena que las teologías feministas cristianas no tengan aún la presencia que se merecen en este tipo de congresos.

Otras actividades
Pero todo no fueron charlas y presentaciones. No faltan en las conferencias otros modos de comunicación en forma de paneles u otros lenguajes como el arte. Es de destacar el festival de cine y la exposión artística que estuvieron presentes a lo largo de todo el encuentro. Además, como se trataba de establecer redes y contactos entre las participantes, no faltaron tiempos para las conversaciones entre pasillos, aderezadas con bebida, comida y música. Ello es de agradecer a la organización. Primero, porque los congresos suelen hacerse demasiado densos; y segundo y más importante, porque en algo tiene que notarse que es un encuentro feminista.

Las críticas y los excesos
No obstante, una siempre acaba preguntándose si los formatos de los congresos no son , aún y todo, demasiado tradicionales (por no decir masculinos) y si realmente no existen otras formas de organizar estos eventos más acordes con los postulados feministas.
En cuanto a los contenidos, la principal debilidad de este tipo de encuentros es la gran heterogeneidad de perspectivas y de bagajes teóricos. La multidisciplinariedad que caracteriza a los estudios de género tiene el riesgo de derivar en una falta de sólidas bases teóricas y de una predominancia de las perspectivas más culturalistas, que no tienen en cuenta suficientemente los condicionantes estructurales.
Por otra parte, hubo un grupo de participantes que manifestó sus críticas en lo relativo al precio de la matricula y al exceso que suponía la cena (una deliciosa cena he de decir) amenizada con música húngara en un barco por las aguas del Danubio. Ciertamente, la austeridad se impone en una coyuntura como la actual, especialmente si tenemos en cuenta que miles de personas sin hogar pueblan las calles de Budapest. La academia feminista debería plantearse sus posiciones de poder como élites intelectuales, en un mundo donde abunda la pobreza y enormes desigualdades sociales. Claro que hay personas como la que suscribe que, viniendo de familia obrera, no se habrían podido permitir una cena de esas características si no hubiese sido en estas circunstancias, y con una importante subvención para estudiantes.

La ciudad
Budapest es mucho más bella de lo que esperaba. A pesar de la visible presencia de la pobreza y de ese sabor soviético de los años 70, las vistas de la ciudad desde cualquier punto a orillas del Danubio son imponentes, especialmente de noche. Con oferta para el turismo a unos precios más que asequibles, una carta gastronómica excitante por la gran variedad de influencias que confluyen en ella y la belleza de los edificios herencia del imperio austro-húngaro, sin olvidar las decenas de baños termales que existen, toda una oportunidad para relajarse y disfrutar, la capital de Hungría bien merece una visita.



Por lo que a mi respecta, además de presentar mi comunicación sobre mujeres presas, pude compartir unos días con una amiga que, precisamente, conocí en otro congreso. Nos hemos puesto al día sobre nuestras tesis doctorales, también hemos reflexionado sobre diferentes aspectos del congreso, o sobre la situación de las mujeres en la academia. Y, cómo no, hemos estado presentes en el momento de la presentación oral de cada una, ya que siempre se agradece una cara amiga entre el público. No se puede decir que muchas de nosotras no saquemos buen partido de estos encuentros.

lunes, 26 de marzo de 2012

Todas las huelgas

Por si alguien no se ha enterado aún, este 29 de Marzo hay convocada una huelga general en contra de la reforma laboral. Una reforma que es un paso importante en el recorte los derechos laborales y sociales, que pone a las personas trabajadoras a merced de las dinámicas neoliberales y que no sirve para superar la crisis ni para generar empleo. Éste es más bien un paquete de medidas que, con la excusa de la crisis, pretende hacer personas "esclavas legales", al tiempo que se pone la alfombra roja a los intereses más carroñeros y avaros del sistema capitalista. En definitiva, trabajar por menos dinero, sin cobertura social, para que las empresas acumulen más y más beneficios.Esto ya está justificado y más que justificado por análisis que provienen de grupos sociales, sindicatos y personas estudiosas de la materia.
Lo que quiero destacar aquí son varios giros que se han producido alrededor de la convocatoria de huelga general y que hacen de ella no una más, sino una huelga bien diferente que abarca todas las dimensiones de la vida y todas las personas, estén dentro o fuera del mercado laboral. Las diferentes iniciativas que se han propuesto para la huelga general han sacado a la luz que de lo que se trata no es sólo una crisis económica que los poderes financieros han creado y que la ciudadanía tenemos injustamente que pagar. Además, como ya se venía anunciando, asistimos a una crisis histórica profunda que es económica, social y ecológica, que abarca todas las dimensiones humanas y a todas las personas. Lo que está en juego no son sólo los derechos laborales sino la dignidad humana y la organización social de las necesidades en toda su globalidad, teniendo en cuenta dimensiones que han sido externalizadas de las cuentas de la economía formal, como los cuidados y el equilibrio ecológico. Todo esto ha transitado desde la reflexión teórica a la acción de diferentes sectores sociales, quienes han puesto en marcha iniciativas en tres ámbitos: los márgenes del mercado laboral, el consumo y los cuidados. 
Primero, la convocatoria de huelga se ha hecho desde los sindicatos al tiempo que desde grupos sociales y organizaciones diversas. Tal y como puede apreciarse en los carteles y material de la convocatoria conjunta, quienes convocan a la huelga en el Euskadi no son sólo los sindicatos, sino también diversos grupos sociales relacionados con el paro y la exclusión social, el feminismo, el ecologismo, la juventud, la inmigración, etc. Esta presencia de asociaciones y grupos sociales es una gran noticia que ha pasado desapercibida en los medios de comunicación. No se ha puesto en valor este hecho tan relevante teniendo en cuenta el contexto social que vivimos en que es tan dificil aglutinar propuestas y llegar a acuerdos, en que sólo la derecha sabe reinventarse e ir al unísono. Incluso, un movimiento tan heterogéneo como el 15M ha sido una sola voz a la hora de unirse al paro general de este jueves.
Esto pone de relieve que no sólo se trata de una protesta acerca de las condiciones en el mercado laboral y la "clase trabajadora" y tiene como consecuencia el desplazamiento de la reflexión desde el mercado laboral a la consideración del trabajo en sentido amplio. Al fin y al cabo, las dinámicas laborales y de clases sociales de la sociedad actual nos colocan en posiciones en las que la pertenencia o no al mercado laboral es borrosa, fluida y precaria. Decenas de miles de personas engrosan las filas del paro, inmigrantes sin papeles trabajan fuera del sistema porque éste no les da otra opción, estudiantes, trabajadoras del hogar, etc. Hay mucha gente que no cuenta para las cifras oficiales pero que tiene voz y quiere mostrar su oposición a esta reforma. Más aún, ello también pone de manifiesto que las personas no sólo somos trabajadoras, por mucho que el sistema se empeñe en lo contrario.

Segundo, la huelga de consumo que a la que se está llamando desde las redes sociales pone de relieve nuestra dimensión como personas consumidoras y las consecuencias que nuestro estilo de vida tienen para el trabajo humano y la ecología. Desde nuestra posición de consumidores también tenemos capacidad de elección y de maniobra para el día 29. Si no hay quien compre, no tendrá sentido que se abran las tiendas. Si nos desplazamos andando o en bicicleta, no habrá cuidado de si los servicios mínimos del transporte público son abusivos.
Pero además, esta es una oportunidad inmejorable para revisar nuestro estilo de vida, que es el que alimenta la máquina insaciable de producir a todo trapo, aún a costa de los derechos laborales y de la destrucción del medio ambiente. Plantearnos por un día no consumir, no usar coche ni transporte público, gastar el minimo de energía posible, apagar la tele y hasta el teléfono móvil, es todo un reto para nosotras mismas.
Y tercero, la huelga de cuidados convocada por colectivos feministas como la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, toca un punto nuclear de la organización económica y social, que aún permanece externalizada de las cuentas económicas oficiales. Un trabajo que venimos desarrollando las mujeres, minusvalorado e invisible, pero que es el pivote sobre el cual se sostiene la vida humana. Y si la huelga de consumo es toda una provocación, no lo es menos que quienes están al cargo del trabajo doméstico y de cuidados cuelguen el delantal material y simbólicamente, por un sólo día. Esta huelga, la de los cuidados, sí que necesita de servicios mínimos, porque las vidas de muchas personas dependientes y enfermas no podrán dejar de ser atendidas.
De esta manera, el 29M no sólo saldremos a la calle para gritar y reivindicar nuestros derechos laborales, sino que reivindicamos otro modelo social menos consumista y que sea respetuoso con el medio ambiente, así como un sistema que se organice alrededor de las necesidades humanas y que reconozca los cuidados como uno de los mayores bienes sociales. Se presenta, pues, una interesante jornada de acción y reflexión. Una jornada que ya es histórica por cómo está planteada. Porque este es un "basta ya", un "órdago a la grande" a todo el sistema en su conjunto. Porque esto sólo lo arreglamos nosotras, con nuestro guión y nuestro análisis de la realidad. El 29... ¡colapso del sistema! ¡delantales a los balcones! !todas y todos a la calle a reivindicar nuestros derechos!