lunes, 21 de noviembre de 2011

P.I.E. Partido de la Izquierda Erótica


¿Cómo sería un país gobernado por mujeres (feministas)? ¿Qué ocurriría si los hombres fuesen mandados a casa y las mujeres estuvieran presentes en todas las esferas de poder, desde la presidencia del gobierno hasta el ejército? ¿Cómo se articularían las necesidades humanas, la economía, los cuidados y el liderazgo político?
Gioconda Belli en "El País de las Mujeres" (Ed. La Otra Orilla) nos adentra en esta propuesta ambientada en un desconocido país latinoamericano, demasiado insignificante como para que el mundo se fije en sus extravagantes experimentos. Todo empieza cuando el PIE, el Partido de la Izquierda Erótica gana las elecciones ayudado por la influencia de la naturaleza. Durante la campaña electoral, un volcán despide unos gases que afectan a la testosterona de los hombres, se quedan lánguidos y adormilados, ocasión que las mujeres aprovechan para ir a votar en masa a la innovadora propuesta de las feministas. 

En plena resaca (de las malas) del 20N, en que la derecha gana por mayoría absoluta y la política aparece claramente dominada por los varones  de uno y otro color (androcentrismo absoluto) me dan ganas de encerrarme en casa para leer de nuevo la utópica, irónica y provocadora propuesta de Gioconda Belli. Quizás hoy más que nunca sea  necesario planear propuestas verdaderamente transformadoras, ahora que la izquierda y sobre todo las mujeres feministas hemos tocado fondo en el ámbito de la política de partidos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Que siga la fiesta

En la última noche de campaña, en medio de un clima de pesimismo por la que se nos avecina con el nuevo gobierno de España, en un rinconcito de Bilbo, en el corazón de la ciudad, celebramos anoche que hay proyectos ilusionantes, frescos, descarados y feministas, que no solo nacen sino que se mantienen en el tiempo, evolucionan y suman cada vez a más gente. Anoche nos reunimos en el local cultural AlmaZen de Irala para celebrar el primer aniversario de la revista feminista digital Píkara. Esa que tanta vidilla nos ha dado a mucha gente durante estos 12 meses. Anoche las organizadoras nos deleitaron con un picoteo, actuaciones y performances, música y sorteos (ver programa). ¡Muchas, muchas gracias por todo el esfuerzo! Hubo buen ambiente, risas, creatividad y mucho rollo feminista. Yo me lo pasé en grande, pero quizás más destacable que la diversión fue para mi la ilusión. La ilusión de saber que hay gente que inicia cosas, que una no es siempre la que tiene que hacer nacer nuevos proyectos (con lo que cansa querer ir pariendo a diestro y siniestro). Ilusión de saber que hay personas con creatividad. Ilusión de sentir que formo parte de este proyecto, más allá de si aporto mucho o poco, solo porque me gusta y me apetece (esta entrada hace un año es la muestra de que quise estar ahí desde el principio). Ilusión al contagiarme de la positividad y buena onda que transmiten las personas implicadas.
Resulta interesante conocer cómo nace Píkara para saber a qué me refiero. La propia creadora de la revista, June Fernández, lo cuenta aquí. Una mujer, una insatisfacción y una búsqueda. Otra mujer, esta más mayor, con suficiente sabiduría como para animar a esta más joven a aceptar el reto de crear lo que una quiere, con lo que una sueña. Un grupo de amigas y compañeras dispuestas a colaborar, a implicarse. Y una base social que recibe la propuesta como algo interesante. Quizás esta sea la receta del éxito, la pócima para hacer pequeños milagros: una mujer con coraje, una maestra con un reto, unas amigas con un apoyo y un público que acoge. Las cosas tampoco ocurren por casualidad. Y estas pequeñas/grandes cosas, merecen ser celebradas. Solo me queda desear...¡que la fiesta continúe!

martes, 8 de noviembre de 2011

¿Qué quieren las mujeres?

Recientemente se ha publicado un interesante libro titulado "Queremos el Pan y las Rosas". Es de una teóloga feminista. ¿Cómo? ¿Teóloga y feminista? "¿La Teología feminista no sería algo así como una hamburguesa vegetal?" Me dijeron en una ocasión. A lo que yo respondí: "vaya, que yo sepa las hamburguesas vegetales existen, de hecho, yo las como y me encantan".
Tengo la impresión que la imagen casposa de una Iglesia Católica intensamente patriarcal nos está impidiendo a las feministas y a toda persona persona que busca una espiritualidad acercarnos a las propuestas y reflexiones de las teólogas feministas. Ellas vienen realizando una labor militante e intelectual que carece del reconocimiento que merece en la disciplina teológica y a  menudo, por otra parte,  resultan invisibles en el feminismo. Esto es realmente un desperdicio de capital humano e intelectual, porque ellas están luchando mucho para poder producir en unas circunstancias de verdaderamente difíciles. Y al mismo tiempo, es un desperdicio porque es algo que nos perdemos quienes podríamos beneficiarnos de la labor estas mujeres que están recuperando la huella sanadora y liberadora de la tradición judeocristiana para las mujeres y toda la humanidad.
Para quienes estén dispuestas a ir más allá de los prejuicios, traigo aquí la reseña de la una de las más importantes teólogas, Pilar de Miguel, acerca del libro de Lucía Ramón (La reseña fue publicada en el número 44 de la revista Escuela y Religión, Marzo 2011).
Además, aprovecho para enlazar una charla que la propia autora dio para presentar su libro. Merece la pena conocer a Lucía, no lo digo solo porque sea mi amiga, y definitivamente merece la pena acercarse a la fructífera y fundamentada teología feminista, que hace reflexiones sobre cuestiones tales como la justicia social, lucha contra la violencia de género, el ecofeminismo o la espiritualidad.


RAMÓN CARBONELL, LUCIA, QUEREMOS EL PAN Y LAS ROSAS. EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES Y CRISTIANISMO. EDICIONES HOAC, MADRID 2011.


LA AUTORA DEFIENDE QUE EL CRISTIANISMO HA CONTRIBUIDO HISTÓRICAMENTE A LA EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES. PERO DEBEMOS PREGUNTARNOS ¿POR QUÉ NO SE ENCUENTRA ESA CONTRIBUCIÓN EN LOS LIBROS DE HISTORIA, NI EN LOS DE RELIGIÓN O TEOLOGÍA? LA LECTURA DE ESTA OBRA DE LUCÍA RAMÓN, PROFESORA DE RELIGIÓN Y DE TEOLOGÍA, NOS
DARÁ PISTAS PARA HALLAR UNA RESPUESTA.

Hace unos años me preguntaban en una entrevista radiofónica: pero, ¿qué quieren las mujeres? Lucía Ramócontesta ampliamente a esta pregunta  en su libro, Queremos el pan y las rosas. Al saber de su existencia, me dije: he aquí una obra que necesitábamos. Pero es más, el libro tiene un subtítulo, Emancipación de las mujeres y cristianismo.
La autora es profesora en la Facultad de Teología de Valencia y en EFETA.  Su trabajo teológico gira en torno al diálogo interreligioso, el ecumenismo y las teologías feministas. También es profesora de Religión y de Filosofía en Bachillerato.
Durante mucho tiempo, teólogas y filósofas como Lucía Ramón han estado realizando una ardua labor de compromiso, de reflexión, de participación en encuentros internacionales en diversos continentes hasta lograr una obra como esta, que bien puede hacer función de libro de texto base sobre cristianismo y situación de las mujeres. Mucha de la información que pudiera encontrarse fragmentada en otros lugares, la encontramos aquí sistematizada.
Los movimientos feministas constituyen una innovación social, política y espiritual que está contribuyendo a cambiar la realidad en muchos lugares del mundo. La autora realiza una reflexión sobre la importancia de la emergencia de las mujeres como sujeto de transformación social y da a conocer una gran variedad  de las teologías feministas. Expone, además, cómo los movimientos de mujeres cristianas muestran que el factor religioso, en clave liberadora, contribuye a mejorar las condiciones de vida de la humanidad.

Este libro responde a la pregunta de qué quieren las mujeres. Analiza reivindicaciones y acciones concretas. Levanta acta de lo que, con elegante finura, dice la poetisa nicaragüense Gioconda Belli: Sabiendo que no me conformaré nunca, que en anida una mujer […] que hubiera deseado ser vientre profundo dando a luz Universos nuevos […]. Mas he de recordar que estoy aquí y seguiré anhelando, agarrando pizquitas de claridad, haciendo yo misma mi vestido de sol, de luna, el vestido verde-color del tiempo con el que he soñado vivir alguna vez en Venus.

El libro aborda la situación de las mujeres y sus proyectos de emancipación ante la feminización de la pobreza, la explotación laboral, la discriminación, la violencia y la dominación que experimentan.

El sugerente título del libro Queremos el pan y las rosas se basa en  una frase escrita en una pancarta en el marco de una tremenda huelga textil llevada a cabo por mujeres trabajadoras en la ciudad de Lawrence, Massachussets (USA), en 1912. En ella reclamaban tener una jornada inferior a doce horas, cobrar los mismos salarios que sus compañeros de fábrica, y trabajar en unas condiciones más humanas. Un grupo inició una marcha pacífica al grito de pan y rosas, mientras otras se encerraron, también pacíficamente, en una nave. El dueño de la fábrica decidió prenderle fuego y asesinarlas así. Todas murieron. El pan simboliza el sueldo y las rosas la calidad de vida en el trabajo y fuera de él. Lucía Ramón ha hecho una inteligente traslación del sentido de esta reivindicación de pan y rosas a la realidad actual de la lucha por la emancipación de las mujeres y la acción contra la violencia que siguen sufriendo.
El libro está dividido en dos partes articuladas por tres capítulos cada una de ellas. La primera se titula Violencia de género e insurgencia de las mujeres. Consta de tres capítulos: La violencia doméstica: ¿suceso o síntoma?, La violencia contra las mujeres, el cristianismo y las Iglesias, El feminismo y la insurgencia de las mujeres.


La segunda parte del libro se titula: La emancipación de las mujeres y el cristianismo y se configura también a través de tres capítulos: Existencia cristiana en clave feminista, El profetismo de las mujeres bíblicas, un mensaje para los cristianos del siglo XXI y Espiritualidad cristiana ecofeminista para otro mundo posible.


Lucía Ramón escribe en la introducción que no es un libro estrictamente teológico, o de teología feminista. Está pensado para que lo puedan leer todas las personas y especialmente las mujeres y los varones que tienen inquietudes por el trabajo por la justicia, la lucha de las mujeres por la igualdad y la acción contra la violencia de género. Es un libro que quiere penetrar en espacios no estrictamente teológicos y contribuir desde una  perspectiva cristiana y eclesial y desde los movimientos de mujeres cristianas a los debates en torno a estos temas, en los que rara vez se escuchan nuestras voces.

Tiene especial interés la reflexión de José Ignacio González Faus en el sustancioso prólogo al libro. El título suscita en este importante tlogo la referencia a las rosas y a las risas, pues ambas resuenan gratuidad. La pelea por el pan de tantaesforzadas mujeres nos ha enseñado que no se puede vivir sin utopía (aunque algunas prefieren hablar de pragmatopía).  Pero, ¿es posible vivir sin una pizca de sabiduría, de dulzura, sin algo de ternura? Recordemos la Sabiduría  bíblica: Dame la sabiduría que está sentada junto a tiDesde mi punto de vista, Lucía Ramón se sitúa en la huella de esa tradición judeocristiana de mujeres que no pueden sustraerse a la bendición- maldición original que lleva a un ompromiso de cuidado con la humanidad. En este sentido, Rachel F. Brenner se refiere a mujeres como Edith Stein, Simone Weil, Ana Frank o Etty Hillesum: aunque como judías estaban condenadas al aislamiento, al sufrimiento y la muerte, siguieron considerándose a mismas como mujeres con una serie de obligaciones para con el mundo.

Este compromiso por el cuidado de la humanidad está muy presente desde el inicio del libro, pues ya en el capítulo 1 se analiza la violencia de género como síntoma de una cultura patriarcal que ha de ser transformada para hacer este mundo más
humano y más justo. Y esta perspectiva inspira el capítulo 3 sobre ecofeminismo y cristianismo y, especialmente, el capítulo final en el que la autora propone una sugerente espiritualidad para los cristianos y cristianas de hoy.
Creo de especial interés detenerme en este capítulo sobre una espiritualidad cristiana ecofeminista para otro mundo posible por lo mucho que propone y aporta. Lucía Ramón abre vías y caminos creativos, motivadores y nuevos de espiritualidad, inspirándose en la honda tradición cristiana. Ella basa esta espiritualidad cristiana para el siglo XXI en tres ejes: profecía, sabidua y compromiso. Es muy interesante la relación que establece entre  espiritualidad y creación de vida abundante. Nos invita a ser co- creadores con Dios en un mundo amenazado por la des-creación. Para este compromiso de restauración ecológica de nuestro mundo, la autora afirma que necesitamos una ecosofía, una sabidua espiritual.

Tienen mucha actualidad las páginas dedicadas a una espiritualidad de la compasión creativa y de la lucha contra la injusticia. Me parece especialmente relevante el vínculo que establece entre la necesidad de dotarnos de un proyecto de vida feliz y el cultivo y desarrollo de la espiritualidad cristiana ecofeminista. Lucía Ramón nos invita a descubrirnos anfitrionas y huéspedes del banquete de la vida.
Animo a saborear el alimento que esta obra proporciona. Considero que este libro es muy útil para profesores y profesoras, porque ofrece claves para la educación de la espiritualidad y para formar en unas nuevas relaciones entre varones y mujeres que se deben aprender desde la infancia y la adolescencia. El ecofeminismo y sus relaciones con el cristianismo constituye un reto para la tarea educativa.



"Queremos el Pan y las Rosas" :: Lucía Ramón Carbonell from Casariche Cursos on Vimeo.